Mi Alpinismo

Ascensión al Veleta
  Mayo de 2006







Página elaborada por José Ángel Berná
Paco está fanático por realizar su primera actividad invernal seria. Se compró unos crampones este año y todavía no ha tenido tiempo para estrenarlos. Así que como primera lección de técnicas de manejo de crampones y piolet le propongo subir al Veleta.

Se trata de una ascensión sencilla pero con buenas pendientes donde aprender a manejarse con los crampones y el piolet, además de practicar técnicas de autodetención. Aprovechamos que la estación de esquí acaba de cerrar y planificamos realizar la subida por las propias pistas. La poca nieve que queda está ahí y tendrá unas condiciones estupendas.

Dado que se trata de una ascensión "en el día" saldremos el día 30 de Abril por la tarde desde Alicante para dormir cerca de los albergues, en un rinconcito que no pienso decir a nadie donde está (je,je). Al día siguiente 1º de Mayo (que mejor forma de celebrar el día del trabajo) madrugaremos e intentaremos cumbre. Después de la actividad volveremos el mismo día de vuelta a casa. La predicción metereológica no puede ser mejor: heladas a partir de 2200 metros, cielos despejados y vientos flojos.

El viaje Alicante-Granada se ha hecho ya rutinario para nosotros. Cada vez nos resulta más corto y a eso de las 21:00 estamos cenando en la bella ciudad andaluza. Después de unas típicas roscas y tapitas de la zona cogemos el coche para ir a nuestro "nidito". Un precioso lugar entre pinos a unos 1800 m. de altitud donde no nos molestará nada ni nadie.

El despertador suena a las 5:00 y desayunamos. La temperatura es de 2.5º y todo está mojado por la escarcha. Esto empieza bien.

Alrededor de las 6:30 estamos en la zona de los albergues de la Hoya de la Mora y comenzamos a andar. El Veleta muestra su silueta desafiante en el amanecer.




Comenzamos las primeras rampas nevadas a través de la pista del águila. Decididamente es la opción más acertada, pues el resto de la loma está libre de nieve. Nada más pisarla constato la dureza de la misma y hago resplandecer una sonrisa a Paco con mis palabras: "A ponerse los crampones ¡ YA !"



Comienza la ascensión y poco a poco nos vamos acostumbrando al tacto de los crampones en la pendiente helada.



Estamos cerca de los 2600 m. de altitud y se nota que nuestro cuerpo no está aclimatado (hace unas horas estábamos al nivel del mar). Así, la ascensión es a un ritmo muy lento en comparación con la actividad a nivel del mar.



Poco a poco el veleta está cada vez más cerca y podemos vislumbrar cuál será nuestro itinerario a través de las pistas: por donde más nieve haya y más pendiente encontremos. Si no se sufre un poquito se disfruta un poco menos (o eso dicen).



La zona de la estación de esquí de Borreguiles va apareciendo y podemos contemplar como ascendemos en nuestro viaje a la cumbre. Por cierto, en el tema del viento la predicción nos ha engañado.....Sopla con fuerza y hace un frío nada despreciable (sensación térmica de -8º o -10º).



En unas dos horas y media estamos superando la última pala a cumbre. El camino se ha hecho corto con tan maravillosas vistas.



Finalmente, superamos el último remonte y ahora sí tenemos la sensación de estar en alta montaña. Parece que la presencia humana se evapora.







¡ Un último esfuerzo ! La altitud no debe hacernos desfallecer.



¡ Qué ilusos que somos ! La cumbre del Veleta debe ser la más alterada por la mano del hombre de toda España. Espectacular la construcción-refugio que hay al lado del vértice geodésico. Son las 10:00 y pisamos los 3392 m. de altitud.



Paco recorre entusiasmado los escasos metros hasta el vértice geodésico. Es su primera cumbre invernal. Y ahora que lo pienso...Si también es la mía ¡ Enhorabuena José Ángel ! Tantas veces he desistido en llegar a una cumbre en condiciones invernales que pensaba que ya había estado allí.



Y las vistas de las grandes cumbres de Sierra Nevada son espectaculares.



Toda ascensión no finaliza hasta que se regresa a la base de la montaña (o hasta donde está el coche en nuestro caso) y nos disponemos para el descenso. Esta es quizás la parte más delicada de toda actividad alpina: se han perdido fuerzas en la ascensión y la confianza puede hacernos cometer un error. Ahora a practicar el cramponaje en descenso.



Tengo que destacar aquí la abominable visión que nos aconteció en este momento. Unos insensatos (por llamarlos de alguna forma) ascendían hacía el refugio de la Carihuela sin crampones ni piolet. Trataban de guardar el equilibrio pisando en las heladas huellas de otros montañeros....En fin, luego suceden lamentables accidentes. Nadie está libre de sufrirlos, pero una adecuada formación y material evita grandes males.

Pero nosotros a lo nuestro, a disfrutar de las vistas en el descenso. El sol ilumina de forma completa la montaña y se retratan paisajes espectaculares.






Cada vez queda menos para dejar de contemplar estas maravillosas vistas invernales. Esperemos que la próxima temporada sea igual o mejor.



Ya casi estamos en el coche. La nieve ha desaparecido y contemplamos por última vez al Veleta.



Sólo nos queda darnos un "pequeño" homenaje gastronómico en uno de los muchos restaurantes de la sierra a base de productos típicos de la zona. Y a casita a descansar después de un duro día de trabajo.


Volver a Temporada 2005-2006